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Dos aliados de Petro en Colombia salen del gobierno tras escándalo de escuchas ilegales

Tras el robo de un maletín con miles de dólares de la casa de Sarabia, su niñera terminó interrogada con polígrafo en la sede presidencial y luego interceptaron sus conversaciones telefónicas con un informe falso de la policía que la vinculaba con narcotraficantes del Clan del Golfo, de acuerdo a la Fiscalía.

Benedetti, un poderoso político que apoyó en campaña a Petro, le presentó al mandatario a Laura Sarabia, y quien hasta hoy era embajador en Venezuela se sumó a la intrincada historia en un giro insospechado que deja más preguntas que respuestas. Los exfuncionarios compartían la misma niñera y se acusan el uno al otro de chantaje, trampas y conspiración.

«Mientras se investiga, mi funcionaria querida y estimada y el embajador de Venezuela se retiran del gobierno para que desde el poder que implican esos cargos no se pueda tener ni siquiera la desconfianza de que se van a alterar los procesos de investigación», declaró Petro en una ceremonia de ascenso de oficiales del Ejército.

«Este gobierno respeta los derechos humanos, no intercepta ilegalmente los teléfonos» de nadie, repitió con insistencia durante el discurso.

Al autodenominado «gobierno del cambio» le llovieron críticas por acudir a las viejas prácticas políticas.

Las escuchas ilegales han marcado la polarizada historia de Colombia en medio del prolongado conflicto armado y Petro, junto con algunos de sus ministros izquierdistas, fueron víctimas de ello.

«Aquí no puede quedar ni mancha ni duda siquiera de que este gobierno va a repetir las suciedades que otros hicieron», aseguró el mandatario.

Antes de ocupar sus cargos, el presidente y el ministro de Defensa fueron reconocidos como víctimas de las llamadas «chuzadas» del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), disuelto en 2011.

El DAS, que dependía de la presidencia, se vio envuelto bajo el gobierno derechista de Álvaro Uribe (2002-2010) en un escándalo por escuchas ilegales a magistrados de la Corte Suprema, opositores y periodistas.

En el poder desde agosto, el primer gobierno de izquierda en la historia de Colombia acumula reveses que le han pasado factura a su popularidad. Según una encuesta de Invamer revelada este viernes la aprobación a su gestión pasó de 50% en noviembre a 34% en mayo.

Petro renovó siete ministros en abril, rompió con los partidos tradicionales y dio un giro a la izquierda, en medio de los obstáculos que enfrentan sus reformas para hacerse realidad en el Congreso.

 

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